Capítulo IV - ¿Por qué ahora? ¿Por qué con él?

La tarde avanzaba con rapidez, los chicos se divirtieron, jugaron y rieron.

Orión maravillada observó todo el campo verde que la rodeaba un poco mas tranquila después de haber salido del agarre que Vina le daba. Y siguió observando.

Sonic seguía con Amy forcejeando y llorando, como si de un juego de niños se tratase. Eva se había tranquilizado, tal vez se cansó por tantos kilómetros recorridos o el hecho que Tails estuviera a un lado suyo hubiera ayudado, no importa Vina estaba agradecida.

Silver, Blaze, y Rouge se encontraban charlando sentados sobre una manta roja cuadriculada, ignorando la multitud de gente que circulaba por allí. A lo lejos los hermanos lobo jugaban y correteaban un platillo que lanzaban una y otra vez a su primo Vicho, un perro de un color marrón, gorra roja, pantalones azules y playera verde. Gaby mientras tanto trepaba un árbol y Vero muy paciente la miraba con una pirueta en la boca.

Unos corrían, otros solo pasaban la tarde con su pareja en una romántica cita para el crepúsculo. No importa a donde miraras, se lograba aspirar esa alegría, esa paz que solo el parque de Soleanna lograba dar.

Orion bajo la mirada para observar con mas aprecio aquella rosa dorada que Maty le había obsequiado. Se perdió por un momento en ella cuando de pronto sintió una presencia y voz que la sacaron de su mundo. Giró aun con la rosa en ambas manos.

-Parece que tengo que repetirlo.- dijo el erizo oscuro con franjas rojas, cruzado de brazos.

-Disculpa, supongo que si.- Shadow la miro con mas atención.-

-Quién te dio esa rosa? - pregunto curioso.

- Oh, Maty. Y fue muy amable de su parte, es muy linda.- El erizo miro a lo lejos al chico mencionado detrás de Orion, la cual seguía muy concentrada en la rosa.

-Ummm... -comento regresando su mirada a Orion.- Pequeña es mejor que te cuides, puede que por ahora Soleanna este en paz, pero tiene sus días de oscuridad, no tomes esta cuidad a la ligera no quiero verte sufrir.- Y entonces sin mas que decir Shadow se retiro caminando al horizonte hasta perderse entre la multitud que venía llegando de la entrada. Dejando a una confundida Orion mirándolo, pronto se escuchó la voz de sus familiares que la esperaban con la vampiresa. 

La albina sentó sobre sus rodillas dejando en reposo la rosa que aun seguía con su tono original como antes de ser cortada. Rouge se apresuró a charlar:

-Y bien, como te va con los nuevos amigos? - preguntó dando un pequeño sorbo a su jugo de naranja, la vampiresa flotaba cruzada de piernas esperando aquella respuesta, pues no era tonta Shadow no hablaba con extraños por ninguna razón.

-Bien, supongo. Son unas personas muy amables, veo que tienen lazos muy fuertes entre ustedes y eso me alegra mucho.- Contestó contenta y como siempre con aquella tierna sonrisa que solo ella poseía. Rouge quedó confusa un momento, hasta que volvió a hablar.

-A si? Gracias hermosa.- Blaze con cautela seguía la charla entre ambas chicas.- Y dime, ¿Hay alguien especial en tu corazón? -Como si eso fuera la peor pregunta posible, tanto Silver como Blaze se alertaron. Orion se estremeció.- ¿Pasa algo? 

-¿Quieren pastel? Lo compré en ''Sweet Dream'' estoy seguro de que les gustará.-Silver apresurado colocó un pedazo en un plato seguido de darlo a Rouge y Orion. Blaze en silencio observaba los movimientos de su prima, la cual al tomar el pastel en sus manos no dejaba de verlo. Su mirada había cambiado, como si por un momento la tierna, alegre e inocente Orion se hubiese ido.

-¡Holaaaa! :3- gritó la tigresa muy alegre, tomo asiento a un lado de Silver para poder comer el pastel que éste le había dado.- ¿Qué pasa?- preguntó al darse cuenta del incómodo silencio que los rodeaba. 

-Nada.- dijo cortante Blaze.- ¿Dónde está Vero?-comenzó a comer su pedazo de pastel.

-Ah, dijo que se tenía que ir :C -respondió la tigresa con su animo de siempre.- Las nubes están muy oscuras hoy. Creo que lloverá. -comentó mirando hacía el cielo. 

-Si, creo que ya llegó el momento de las tormentas.-Rouge despreocupada dijo.- Así que, Blaze mis cosas están en tu casa, ¿cierto?- la gata asintió- muy bien, entonces me voy. Iré por ellas en la mañana, detesto la lluvia y dudo que Shadow quiera ir por ellas, conociéndolo. -hizo una mueca- Bien, Hasta mañana. -alzó el vuelo y en pocos minutos desapareció. 

Gotas comenzaron a caer, las nubes empezaron a unirse y a teñirse de un color muy oscuro. Todos ayudaron a levantar el picnic y poco a poco se fueron reuniendo. 

-- Maty POV --

El cielo había oscurecido mire a mi hermano y a mi primo, tome el platillo y nos reunimos con los demás en la entrada del jardín. A lo lejos pude observar a Orion junto con Silver, trate de mirar un poco mas, quería saber si aun seguía teniendo aquella rosa que le regale, pero no la vi por ningún lado. ¿Se le habrá olvidado? ... Pedí a Vicho que se fueran sin mi, que yo regresaría después pues tenía unas cosas que hacer, ellos al principio dudaron si irse o no, pero tenían que regresar con Juanco pues estaba esperando en casa junto con Kyser y Honey los cuales se ofrecieron para cuidarlo, mi pequeño hermano quería venir con nosotros pero enfermó, prometí regresar lo mas pronto posible para que se quedará tranquilo. 

Di media vuelta y comencé a correr dirección al campo. 

-- POV Off --

Camino a casa poco a poco se fueron dispersando, dirigidos a su hogar. Blaze caminaba a un lado de Silver con sus brazos cruzados, Orion seguía mirando el piso con forme avanzaba.- ''Alguien especial...'' -pensaba  .

Silver abrió la puerta de entrada en cuanto la lluvia los había alcanzado, sus chicas habían entrado antes que él, Blaze tomo asiento en la amplia sala mientras la albina se dirigió directamente a su habitación en la segunda planta. 

-¿Crees que esté bien?- pregunto el erizo tomando asiento a un lado de su amiga. 

-Si, solo tiene que pensarlo.

-Iré con ella.- se levantó pero Blaze lo sujeto del brazo antes de que avanzara mas. 

-Lo mejor por ahora es dejarla sola...

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La tarde avanzaba rápido, para no aburrirse mientras la tormenta pasaba optaron por ver una película, también pensaron en no llamar a Orion pues sabían que tenía cosas que pensar. Hasta que algo toco a su balcón. La albina miro la hora acostada sobre su cama matrimonial; 7:30 p.m. Se levanto jugó con su cabello hasta llegar al lugar donde tocaban, abrió la enorme ventana con ambas manos y salió mirando hacía abajo. Nada. -''Que raro...'' - pensó al girar, cerró la ventana y prosiguió a dejarse caer en la cama boca arriba.- Esta tormenta... -se sujeta la cabeza por los costados- ¿porqué hoy? ¿Porqué siempre que soy feliz? (Ja Ja Ja) ... Por favor... callen de una vez.- decía la chica completamente ida de la realidad, presionando sus ojos con los parpados y tratando de lo que sea que escuchase dejará de hacerlo colocando sus manos en sus orejas como barrera. Pero no funcionaba... seguían allí. 

-Orion... ¿estás bien?- la chica asustada se levantó. -lo siento... no quería asustarte.- De las sombras salió Maty, empapado y con una mano atrás.

-Maty... no, n-no te preocupes. En noches como estas soy un poco mas sensible.- dijo acercándose a él.- Estás empapado, iré por una toalla.- rápidamente sentó al invitado en su sofá para después correr a su baño por unas cuantas toallas. Al regresar se sentó sobre sus rodillas y con cuidado limpió la cara del lobo con la toalla. 

-G-Gracias... -decía sonrojado.- Toma, la olvidaste en el jardín.- por detrás sacó la famosa rosa y se la entregó. Ella lo miro con asombro después lo abrazó. 

-Lo siento... la olvide, todo fue mi culpa... yo te metí en todos estos problemas... Perdóname...- decía la albina entrecortado. El chico aun sonrojado la aparto para poder mirarla pero ella se cubría su rostro con ambas manos. - Perdóname... 

-Oye... tranquila, ¿recuerdas que está rosa es llamada ''destino''? -la chica bajo las manos lentamente.- Todo está bien, esto tenía que pasar... -aparto el cabello que cubría uno de los ojos de la joven y sonrió- tienes unos ojos hermosos... esmeraldas... como los míos... -con lentitud ambos se acercaron... Orion cerró los ojos instintivamente al sentir la respiración de su acompañante, su corazón latía con rapidez. Cuando una voz se logró escuchar por toda la habitación, una voz susurrante, maligna.

-''Juntos para siempre...'' 

Orion abrió los ojos perpleja dio unos pasos hacía atrás y con ambas manos se cubrió la boca.- ''No puedo... no puedo hacerlo... soy una mala persona (si lo eres), le he echo mal a Matias (si, mucho daño... se a enamorado de ti.. ja ja ja)... todo esto es mi culpa, si yo... si tan solo yo... hubiera muerto. (¡SI! ¡SI! .SI HUBIERAS MUERTO, PERO NO LO HICISTE... ¿AHORA QUE ESPERAS? SABES LO QUE TIENES QUE HACER... ¡MUERE! Y DÉJAME TU PODER... TU REINADO... TU CUERPO...  DÉJAME DOMINARTE.) ...'' 

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